Este fin de semana estuve en Mangamore, las jornadas de cultura japonesa que se celebran cada año en Amorebieta. Es un evento montado y cuidado con cariño en el que el público se vuelca con cada edición.
En esta ocasión he acompañado a @minnanokimono y me ha dejado un buen rincón de su stand para poder poner mis productos <3. Ha sido una magnífica oportunidad para llegar a nuevo público y dar a conocer un poquito más mi trabajo.
Foto con Ureshi | Fotógrafo: Atzur
Muchas gracias a todas las personas que se acercaron hasta el stand y se interesaron por nuestros productos. Ha sido una experiencia maravillosa que no dudo en volver a repetir 🙂
Como os comentaba en la introducción del newsletter del 12/9/25, he estado haciendo cosas en paralelo y a lo que le he dedicado más tiempo durante julio y agosto ha sido a terminar, por fin, de escribir el cuento de Éthel.
La verdad es que la historia se me ha escapado un poco de las manos y ahora es una pequeña novela que tengo que ilustrar porque sí, esa era la idea: acompañar cada página de imágenes. El resultado será una mezcla de relato con ilustraciones y viñetas. Supongo que también acabaré poniendo alguna página de cómic directamente, pero de momento está todo en el aire.
He hecho una primera revisión del texto para ver que todo cuadrara bien porque lo empecé a escribir hace dos años y no había vuelto a releerlo desde el principio. Parece un poco locura pero pensé que si releía las primeras páginas, acabaría cambiando cosas y se alargaría más el proceso. La verdad es que escribo de una forma que no sé si es normal, pero es mi manera: me propongo unas metas y voy encauzando la historia hasta que pasan por ellas y por el camino, los personajes me cuentan si quieren hacer una cosa u otra o cómo reaccionarán.
Es muy divertido y me he encontrado a personajes que no habría inventado pensando sólo como ilustración. Que por cierto: todas mis ilustraciones tienen unas pinceladas de lore por detrás. Algunas están pensadas como cómic, otras son relatos cortos, pero es raro que no haya nunca nada detrás de la imagen.
Así que mientras dos de mis lectoras de confianza repasan el texto y me dicen qué les parece, yo he empezado a plantear las imágenes con la historia, para ver su extensión y cómo será el libro final.
No os voy a engañar: va a ser un tocho y eso implica pensar bien la extensión, recortar cuando haga falta y pedir presupuestos para hacer el crowdfunding.
Mi intención era sacar la campaña en octubre, pero no puedo hacer números sin acabar de cuadrar las páginas, obvio. Así que lo próximo que haré es abocetar todo y ver su extensión final y ya con eso, plantear los acabados y las metas extras y entonces ponerle fecha a la campaña.
Pero por el momento, lo más cercano en el tiempo es que voy a acabar el test del primer capítulo y para la próxima newsletter, os dejaré leerlo. ¿Os apetece?
Volvemos a la rutina y os explico cómo está el tema:
En agosto he podido atender diferentes asuntos con calma, descansar un algo y ponerme un poco al día. Por fin en septiembre, he arreglado esos pequeños detalles que os comentaba de las figuras:
Básicamente eran estas tres armas que en la feria vi que podían dar problemas por los grosores.
En sí, se imprimieron y salieron bien gracias al cuidado de mi socio Toni que preparar los modelos de impresión con esmero. Lo que pasa es que yo soy un poco torpe y en los eventos siempre tiro cosas (siempre) y algunas de ellas las rompí por eso mismo. Afortunadamente llevaba cola y las reutilicé para el mini decorado de muestra.
En la imagen de arriba veis el resultado final: he aumentado el cilindro del martillo y se pega un poco más a la mano para que ejerza más resistencia. A la espada de Brutaka le he dado más grosor, acercado a la mano y exagerado la forma de ‘diamante’ para que se vea mucho más al imprimir. Y en el puñal de Vientoscuro, he aumentado también el grosor. Éste último no peligraba tanto porque no tiene mucha longitud, pero os sorprenderíais de las tontadas que puedo llegar a hacer con las manos mientras hablo con alguien en el stand.
Además de eso, he preparado dos modelos de peana para cada pieza con los encajes en sus piesitos y claro está, toca imprimirlo todo de nuevo y volver a la fase de test. Pobre Toni.
Para finalizar, toca ver los tamaños finales que se reducirán a un tamaño estatuilla para vitrina y otro tamaño para tablero de juego. Pero esos detalles los dejaremos para la siguiente actualización.